Noël interdit
(La navidad prohibida)
Había una vez en un pueblo demasiado pequeño llamado Sordillos
donde la nieve caía casi todo el año, existía una población la cual era muy
pintoresca y siempre se ayudaban mutuamente, en ese pueblo tenían prohibidísimo
festejar la celebración navideña, las consecuencias serían terribles, todos los
pueblerinos le tenían miedo al gobernante el señor odiaba con todas sus fuerzas
a la celebración, nadie sabia porque el odio, algunos decían que el señor no tenía
corazón y otro les daba hasta miedo de hablar sobre él.
Todos
pensaban que ya nunca podrían ver
un árbol navideño o sus increíbles adornos con luces incluidas , no todos pensaban así, una jovencita
con mucha valentía quería justicia y pensó en algún plan para regresar la diversión al pueblo, su plan seria conseguir lo necesario para una fiesta de
noche buena y hacerla en el fondo de cueva, ahí nadie los encontraría, fueron
reuniendo estrellas para la punta, esferas , lazos y luces.
Todo iba de acuerdo con el plan solo faltaba esperar, lo cual no seria un problema ya que solo faltan 24hrs, la jovencita empezó
la tarea de invitar a todas las familias y pedirles que no dijeran nada por el
gobernante tan gruñón que tenían.
Aunque al reflexionar la situación tal vez la gobernante no sabía que
era festejar la navidad con familia o amigos, lo mas probable es que no tenia
ninguno de los dos. Cambio de planes, el gobernante será invitado con
una condición muy fácil, tendría que divertirse y convivir, todas las
invitaciones fueron enviadas, aunque una especial la cual llego a la casa del
gobernante.
Usted esta cordialmente invitado a la celebración de Navidad
en la cueva más escondida que vea. Condiciones: Divertirse y convivir. Sera
realizada a las 8 en punto. No falte
El gobernante al recibir la invitación se quedó en shock, no sabía que
hacer podría castigar a los habitantes, pero a la vez le daba intriga saber
como era la grandiosa fiesta, muchos pensamientos pasaban en su cabeza hasta
que accedió asistir. Al llegar al bosque buscaba y buscaba la famosa cueva
hasta que vio a una familia dirigirse a lo mas oscuro del bosque, ahí se
encontraba escondida la cueva, después de unos minutos accedió a entrar y no
pudo creer lo bonito que era, tantos colores y las risas de los pueblerinos era
simplemente fantástico.
-Señor Gobernante, no se quede ahí – dijo la jovencita- diviértase no le
pasara nada por reír un poco.
En ese momento el gobernante sintió algo nuevo en su interior, algo pequeño
llamado felicidad. FIN
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